Mujeres

Reunirse en círculo es un acto sagrado y vital para el ser humano. Cada vez más mujeres recuerdan su poder en la sanación de memorias, en la palabra que nutre y en el compartir que da sentido. Es un milagro invisible percibir la energía que brota cuando un grupo de mujeres se sienta en rueda, tejiendo juntas una verdadera medicina de sanación. En el círculo renace la complicidad perdida; se llora y se ríe, florecen emociones antiguas y nuevas, se nombran dolores, se miran los miedos y se despiertan los sueños. El círculo es mágico: nos enlaza con los ancestros, evoca memorias de la infancia, diluye el tiempo lineal y abre las puertas de lo posible. Allí encontramos respuestas, revelaciones y secretos que solo se revelan al calor de la hermandad.